Jon-Peters y Mindy-Williamson se conocieron en un taller de cerámica en la ciudad de Los Ángeles. Jon había estado buscando un pasatiempo después de jubilarse como productor de cine, mientras que Mindy siempre había querido aprender a trabajar con arcilla. Resultó que ambos asistieron a la sesión de apertura del taller y se encontraron haciendo cola para comprar suministros. Jon notó que Mindy estaba buscando nerviosamente en su bolso, así que le ofreció un lápiz y un pedazo de papel. Ella agradeció el gesto y comenzaron a conversar acerca de su amor compartido por el arte y la creatividad. Desde ese día, Jon y Mindy se hicieron amigos y compañeros de cerámica. Pasaron muchas tardes perfeccionando sus habilidades en el torno de alfarería y cociendo sus piezas juntos. Con el tiempo, su amistad se transformó en algo más y hoy en día, Jon y Mindy son inseparables, tanto dentro como fuera del taller de cerámica.