Brenda y Jonathan se conocieron en una fiesta en la playa. Fue un día de verano bastante caluroso y ambos se encontraban disfrutando del mar y la arena. Un grupo de amigos en común los presentó y desde ese momento la conversación entre ellos fluyó de manera natural. Se dieron cuenta de que tenían muchos gustos en común, como la música y el deporte. Después de charlar un rato frente al mar, decidieron cambiar de lugar y fueron a un restaurante cercano para continuar con la conversación. En el restaurante, Brenda se sorprendió al ver cuánto sabía Jonathan sobre gastronomía, lo que hizo que se interesara aún más en él. Él la invitó a probar algunos platos nuevos y juntos disfrutaron de una deliciosa cena. Al final de la noche, Brenda y Jonathan intercambiaron números de teléfono y quedaron en volver a encontrarse para seguir conociéndose. Desde entonces, se han convertido en grandes amigos y amantes, compartiendo muchos momentos felices juntos.
