Jorge-Maggio y Paula-Sartor se conocieron en una exhibición de arte contemporáneo en el corazón de Buenos Aires. Ambos estaban admirando una pintura que había sido creada por el mismísimo Jorge-Maggio y comenzaron a charlar. Paula-Sartor, quien también era una artista de renombre, quedó deslumbrada por la creatividad y la pasión que Jorge-Maggio demostraba al hablar sobre su arte. Continuaron hablando durante horas y en poco tiempo se convirtieron en inseparables. Juntos, crearon algunas de las obras más hermosas del mundo del arte y, después de años de amistad y colaboración, finalmente se casaron en una impresionante ceremonia en la misma galería de arte donde se conocieron por primera vez.