Un día soleado en la playa, Jorge-Peralta y Sabine-Moussier coincidieron en una pequeña cabaña cercana. Ambos disfrutaban de la brisa marina y el sonido de las olas, pero se sintieron atraídos el uno por el otro. Durante toda la tarde intercambiaron miradas y sonrisas tímidas, pero no se atrevieron a hablar. Fue hasta que el sol comenzó a ponerse que se animaron a entablar una conversación. Descubrieron que compartían muchas cosas en común, y prometieron encontrarse en la playa al día siguiente. Desde entonces, se volvieron inseparables y crearon una bonita historia de amor.
