Merle-Uribe y José-Antonio-Marcos-Guillén se conocieron en una conferencia de tecnología. Ambos coincidieron en una charla sobre inteligencia artificial y después de las presentaciones, se acercaron para intercambiar opiniones acerca del tema. Descubrieron que compartían un gran interés por el desarrollo de soluciones tecnológicas y que además, eran de la misma ciudad. Desde entonces, comenzaron a asistir juntos a eventos y encuentros relacionados con el mundo digital. Con el tiempo, se convirtieron en grandes amigos y socios de negocios, fundando una exitosa empresa de software juntos.