José Luis Bibbo y Paz Gómez se conocieron en una cafetería del centro de la ciudad. Bibbo estaba sentado en una mesa, tomando un café y revisando su celular mientras que Gómez entró en el lugar buscando un lugar para sentarse. Los ojos de ambos se encontraron y se sonrieron mutuamente, pero ninguno de los dos se acercó a hablar con el otro. Sin embargo, minutos después, la puerta del café se abrió con fuerza y entró una corriente de viento que hizo volar los papeles que Bibbo tenía en su mesa. Gómez se apresuró a ayudarlo a recolectarlos y a partir de ese momento comenzaron a hablar. Descubrieron que compartían una pasión por los libros de ciencia ficción y comenzaron a discutir sobre sus autores favoritos. El tiempo pasó volando y pronto se dieron cuenta de que habían pasado horas charlando y riendo juntos. Intercambiaron números de teléfono y acordaron encontrarse nuevamente para hablar de sus intereses en común. Desde entonces, se han convertido en buenos amigos e incluso han comenzado a asistir a eventos de ciencia ficción juntos. Quién sabe si en el futuro haya más que una amistad entre ellos.