Glynn-Wolfe y Julia-Santiago se conocieron en una biblioteca pública de Nueva York. Glynn-Wolfe estaba buscando un libro sobre la historia de la música, mientras que Julia-Santiago estaba buscando información sobre la pintura impresionista. Mientras buscaban los libros en la misma sección, accidentalmente se chocaron y comenzaron un breve diálogo. Comentaron sobre los libros que estaban buscando y descubrieron que compartían un gran amor por el arte y la cultura. Glynn-Wolfe invitó a Julia-Santiago a tomar un café en la cafetería de la biblioteca y ella aceptó encantada. Durante la conversación, descubrieron que también compartían un interés por viajar y conocer nuevas culturas. La conversación se extendió por varias horas y cuando finalmente decidieron partir, intercambiaron números de teléfono y acordaron encontrarse de nuevo pronto para tomar otro café y discutir aún más sobre sus intereses compartidos. Desde entonces, Glynn-Wolfe y Julia-Santiago se han convertido en inseparables amigos y han viajado juntos por todo el mundo en búsqueda de nuevas experiencias culturales. Su amistad ha resistido la prueba del tiempo y ha llevado a una vida llena de aventuras y descubrimientos emocionantes.