Julian y Tawny-Peaks se conocieron de casualidad en una breve parada en una gasolinera en un camino hacia la costa. Ambos estaban llenando sus tanques de combustible mientras escuchaban la misma canción en la radio de la estación de servicio. Tawny-Peaks, una apasionada de la música, se dio cuenta de que Julian también estaba disfrutando de la canción y no pudo evitar empezar a tararearla en voz alta. Julian, sorprendido y un poco avergonzado, empezó a reír y a tararear también. Pronto se dieron cuenta de que tenían más cosas en común de lo que pensaban y empezaron a charlar animadamente. Aquella parada en la gasolinera se convirtió en la primera de muchas conversaciones y en el inicio de una bonita amistad.
