Un día soleado en la playa de Santa Mónica, California, Ken y Julie se encontraron mientras paseaban en la costa. Ken, quien estaba disfrutando del sol y la brisa marina, notó la presencia de Julie mientras ella tomaba fotografías de la playa. Impulsado por la curiosidad, se acercó a ella y comenzaron a hablar. La conversación fluyó suavemente y ambos descubrieron que compartían intereses similares como la música, la fotografía y el arte. Desde ese día, se convirtieron en amigos inseparables y comenzaron a explorar juntos la ciudad de Los Ángeles. Con el tiempo, su amistad se convirtió en algo más y hoy en día, Ken y Julie siguen compartiendo su amor por la música, el arte y la playa mientras disfrutan juntos su vida en California.
