Un día soleado en Los Ángeles, J-Stephen-Brady y Juliette-Lewis se encontraron en una tienda de discos vintage. Ambos estaban buscando discos de vinilo y casualmente chocaron con sus carritos de compras en la sección de rock alternativo. J-Stephen-Brady, un músico y productor conocido por su talento en la mezcla de electrónica con instrumentos acústicos, estaba buscando inspiración para su próximo proyecto musical. Juliette-Lewis, una actriz y cantante aclamada por su estilo rockero, estaba buscando nuevos sonidos para su próximo álbum. Comenzaron a hablar sobre música y sus influencias, y rápidamente se dieron cuenta de que compartían intereses similares. J-Stephen-Brady le mostró a Juliette-Lewis algunas de sus producciones y ella quedó impresionada por la forma en que había logrado fusionar géneros diferentes. A partir de ese día, comenzaron a trabajar juntos en el estudio de grabación de J-Stephen-Brady. Trabajaron durante semanas en nuevas canciones y desarrollaron una química musical única. La canción que escribieron juntos, "Take Me Away", se convirtió en un gran éxito en las listas de rock alternativo. Desde allí, su amistad se transformó en una colaboración creativa y también personal. Ahora, son pareja y siguen haciendo música juntos, inspirados por su amor por la música y el arte.