Katherine MacDonald y K-Malcolm Struss se conocieron en el set de rodaje de una película en Los Ángeles. Desde el primer día, chispas volaron entre ellos. Katherine se sintió inmediatamente atraída por la pasión y la energía de K-Malcolm, y él quedó cautivado por la belleza y la inteligencia de Katherine. A medida que la producción avanzaba, se hacía evidente que había algo especial entre ellos: una conexión profunda y genuina que no se podía negar. Se volvieron inseparables tanto dentro como fuera del set, compartiendo risas, conversaciones profundas y aventuras espontáneas. La química y la atracción que sentían no podían ser ignoradas y pronto se convirtieron en pareja. Desde entonces, han estado juntos a través de altibajos y son la personificación de lo que significa amarse y apoyarse mutuamente.
