Un día, Kaiwi-Lyman y Jennifer-Mallini se encontraron en una playa paradisíaca en Hawái. Ambos estaban paseando en busca de un lugar para relajarse y disfrutar del sol y la arena. En cuanto sus miradas se cruzaron, sintieron una atracción instantánea que los llevó a acercarse y presentarse. Comenzaron a hablar y rápidamente se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Los dos eran amantes del surf y de la música, y además compartían una pasión por la naturaleza y el respeto por el medio ambiente. De repente, una ola gigante se acercó a la orilla y Jennifer se dio cuenta de que Kaiwi-Lyman se dirigía hacia ella para ayudarla a salir del agua. Desde ese momento, la química entre ellos se hizo aún más intensa. Después de pasar un día maravilloso juntos, decidieron que querían seguir conociéndose mejor. Intercambiaron números de teléfono y comenzaron a salir juntos regularmente, descubriendo cada vez más cosas que los unían. Finalmente, comprendieron que habían encontrado a su alma gemela y así comenzó su historia de amor.
