Karashi y Stephanie-Pickard se conocieron en una cafetería en el centro de la ciudad. Karashi estaba escribiendo en su diario mientras Stephanie-Pickard leía un libro de poesía en una mesa cercana. De repente, Stephanie-Pickard se interesó por el contenido del diario de Karashi y comenzó a hacerle preguntas sobre sus pensamientos y sentimientos. A pesar de que Karashi era inicialmente tímido, se sintió cómodo hablando con Stephanie-Pickard y disfrutó de su compañía. Después de una charla emocionante, intercambiaron números y acordaron encontrarse de nuevo la próxima semana. Desde ese día, Karashi y Stephanie-Pickard comenzaron una amistad duradera y compartieron sus ideas e inspiraciones creativas.
