Un caluroso día de verano, Karashi se encontraba en una tienda de instrumentos musicales buscando una nueva guitarra para su banda. De repente, escuchó un maravilloso sonido de bajo proveniente de la otra habitación y no pudo resistirse a seguirlo. Allí estaba Udo-Lutz, tocando su bajo con pasión. Karashi se acercó y le preguntó si quería unirse a su banda, a lo que Udo-Lutz aceptó sin dudarlo. Desde entonces, estos dos músicos se han convertido en amigos inseparables y juntos han creado música increíble.
