Kate-nauta y Robert McKinley se encontraron en un concierto de jazz en Nueva Orleans. Ella estaba en la multitud disfrutando de la música mientras él estaba en el escenario tocando el saxofón. Cuando terminó el concierto, Kate se acercó a Robert y le preguntó si quería tomar una copa. Juntos fueron a un bar cercano y hablaron toda la noche, descubriendo que tenían mucho en común, desde su amor por la música hasta su pasión por viajar y explorar el mundo. Desde ese día, Kate y Robert han sido inseparables, creciendo juntos en su relación y explorando nuevas aventuras en la vida.