Katharine Hepburn y Margaret Barker se conocieron en una librería en Nueva York donde ambas se encontraron buscando el mismo libro. Hepburn, quien en ese momento tenía más de 80 años, le preguntó a Barker si le gustaba el teatro y si había visto alguna de sus películas. Barker respondió afirmativamente y mencionó su amor por el cine clásico. Después de una conversación breve pero divertida, Barker le ofreció a Hepburn llevarla a su casa en su coche para seguir hablando. Desde ese día, se convirtieron en amigas cercanas e inesperadas compañeras de aventuras en la gran ciudad. Hepburn también compartió sus experiencias y consejos sobre actuar con Barker, quien en ese momento estaba iniciando su carrera como actriz. A pesar de la diferencia de edad, Hepburn y Barker lograron mantener una relación amistosa y enriquecedora hasta el final de los días de la actriz estadounidense.