Un día soleado mientras caminaba por las calles de California, Kelly Nichols se topó con Randy West quien estaba sentado en un café. Tras intercambiar algunas miradas, comenzaron a charlar y descubrieron que compartían el amor por la actuación. Kelly estaba buscando un socio para su próxima película y Randy estaba buscando su gran oportunidad. Así que decidieron unir sus talentos y crear algo innovador. Con el tiempo se convirtieron en grandes amigos y ese fue el comienzo de una gran sociedad creativa. Juntos lograron llevar al cine lo mejor de ambos mundos y se convirtieron en leyendas del cine para adultos.