Un día soleado en Los Ángeles, Erik Bragg estaba caminando por la calle buscando una cafetería donde pudiera tomar un buen café. Mientras cruzaba la calle, una limusina se detuvo frente a él y bajó Kelly Osbourne. Erik se quedó perplejo y no podía creer lo que estaba viendo. Kelly se acercó a él y le preguntó dónde podía encontrar una joyería cercana. Aunque Erick no sabía la ubicación exacta, se ofreció a ayudarla y juntos comenzaron a buscar en Google Maps. Después de unos minutos, encontraron la joyería y se despidieron. Erik quería pedirle su número pero se asustó y no lo hizo. Sin embargo, ambos sintieron una conexión instantánea y comenzaron a buscar el uno al otro en las redes sociales. Una semana después, Erik se encontró con Kelly en un evento de moda y ahí fue donde comenzó su verdadera amistad. Desde entonces, se han vuelto inseparables y han compartido muchos momentos inolvidables juntos.