Daniel Giersch y Kelly Rutherford tuvieron una relación que comenzó en 2006 y terminó en 2008, cuando iniciaron un proceso de divorcio. La pareja tuvo dos hijos durante su matrimonio: Hermés, nacido en 2006, y Helena, nacida en 2009, después de su separación. La situación entre la pareja se complicó aún más después del divorcio, cuando surgieron disputas sobre la custodia de los niños. Giersch es un empresario alemán que residió en los Estados Unidos y fue deportado en 2012 debido a un problema relacionado con su visa. Desde entonces, Rutherford ha luchado por traer a sus hijos de vuelta a los Estados Unidos. Ha llevado a cabo una larga batalla legal, incluyendo el recurso a tribunales internacionales, pero ha sido denegada en repetidas ocasiones la custodia de los niños por las autoridades de Estados Unidos, que consideraron que Giersch tenía el derecho a mantener la custodia y a criar a los niños en Francia. Este caso ha generado una gran controversia a nivel mundial, convirtiéndose en un ejemplo de la complejidad de las leyes transnacionales en materia de custodia de los hijos.