Un día soleado, Kevin y Karen se encontraron en una cafetería de moda en pleno centro de la ciudad. Acababan de ordenar sus bebidas cuando se dieron cuenta de que ambos llevaban puesto un reloj de alta calidad. Kevin le preguntó a Karen acerca de su reloj y se dieron cuenta de que ambos eran amantes de la moda y las tendencias. Comenzaron a conversar y se dieron cuenta de que tenían muchos intereses en común, incluyendo el mundo empresarial. Kevin era un exitoso empresario de tecnología, mientras que Karen tenía una próspera compañía de moda y accesorios. Decidieron reunirse de nuevo y compartir ideas sobre cómo hacer crecer sus negocios. Con el tiempo, se convirtieron en buenos amigos y solidarios colegas en el mundo de los negocios, continuando su amistad a lo largo de los años.