Kiba-Inuzuka y Cassie-Steele se conocieron en un parque cerca de la universidad donde ambos estudiaban. Kiba estaba paseando a su perro Akamaru cuando vio a Cassie sentada en un banco, llorando. Al acercarse, Kiba le preguntó si necesitaba ayuda, y Cassie le contó que se había peleado con su novio y no sabía qué hacer. Kiba escuchó con paciencia, y después de hablar un rato, logró hacerla reír con algunas de sus payasadas. Desde entonces, Kiba y Cassie se volvieron buenos amigos, y Kiba siempre estuvo ahí para apoyar a Cassie cuando lo necesitaba. Con el tiempo, su amistad se convirtió en algo más, y hoy en día son una pareja feliz y enamorada.