El rey Farouk de Egipto se casó con Narriman Sadek el 6 de mayo de 1951 en una ceremonia suntuosa en el Palacio Ras el-Tin en Alejandría. Se dice que su relación fue apasionada pero complicada. Farouk esperaba ansiosamente un heredero, ya que no tenía ningún hijo de sus dos matrimonios anteriores. Finalmente, el 16 de enero de 1952, nació su primer hijo, el príncipe Ahmed Fouad. La llegada del heredero al trono fue celebrada con entusiasmo por el pueblo egipcio. Sin embargo, la relación entre Farouk y Narriman comenzó a deteriorarse rápidamente después del nacimiento del príncipe Ahmed. Farouk era conocido por su estilo de vida extravagante y por su infidelidad, lo que llevó a Narriman a sentirse marginada y solitaria. Además, la política también ejerció presión sobre su matrimonio. En aquel momento, Egipto estaba en medio de un período de inestabilidad política y social, y Farouk luchaba por mantener su poder en un clima de creciente insatisfacción popular. En febrero de 1952, un grupo de oficiales militares formó el Movimiento de Oficiales Libres que derrocó a Farouk en julio de ese mismo año, llevando al poder al general Muhammad Naguib. Después de la caída del rey Farouk, Narriman se divorció de él y llevó una vida privada lejos del ojo público. Más tarde, se casó con un empresario egipcio y tuvo dos hijas. Farouk, por otro lado, vivió la mayor parte de su vida en el exilio, primero en Italia y luego en Mónaco, donde murió en 1965 a los 45 años debido a un ataque al corazón. En resumen, la relación entre Farouk y Narriman fue apasionada pero complicada, y se vio afectada por la política y el estilo de vida extravagante del rey. Aunque la llegada del príncipe Ahmed fue un momento de alegría, no pudo salvar su matrimonio, que terminó en divorcio después de la caída del rey Farouk.
