En un día soleado de primavera, Kirsty estaba caminando por el parque cuando de repente se tropezó y cayó al suelo. Rick, quien estaba corriendo en el mismo parque, la ayudó a levantarse y se aseguró de que estuviera bien. Kirsty estaba agradecida y aunque sus conversaciones fueron cortas, se preguntó cómo sería seguir hablando con él. Por casualidad, el destino hizo que volvieran a encontrarse unas semanas después en un evento local y, después de hablar por un tiempo, Kirsty decidió pedirle el número de teléfono de Rick. Desde ese día, comenzaron a hablar más y más hasta que finalmente, después de varias citas divertidas y románticas, se enamoraron perdidamente el uno del otro. ¿Quién sabe qué hubiera pasado si Kirsty no se hubiera tropezado aquel día en el parque? Lo único seguro es que, a partir de ese momento, Kirsty y Rick se volvieron inseparables y así comenzó su historia de amor para toda la vida.