Bedy-Moratti fue una actriz y modelo italiana que tuvo una breve relación con el actor alemán Klaus Kinski en la década de 1960. Kinski, conocido por su temperamento violento y sus comentarios extravagantes, se sintió atraído por la belleza de Moratti y ellos comenzaron una relación tumultuosa. Sin embargo, la relación no duró mucho tiempo debido al comportamiento errático de Kinski y sus constantes infidelidades. Moratti decidió alejarse del actor y seguir adelante con su carrera como actriz y modelo. A pesar de la corta duración de su relación, la conexión entre Moratti y Kinski fue recordada como una de las más dramáticas del mundo del espectáculo, debido a la personalidad impredecible y problemática de Kinski y la belleza elegante y sofisticada de Moratti.