Klaus Kinski y Minhoi Loanic tuvieron una complicada relación, marcada por el abuso y la violencia. Kinski y Loanic se conocieron en el set de la película "Cobra Verde" en 1987, donde Loanic trabajaba como asistente de dirección. Kinski, conocido por su temperamento imprevisible, comenzó a acosar y a abusar verbal y físicamente de Loanic durante el rodaje, llegando incluso a amenazarla de muerte. A pesar de esto, Loanic continuó trabajando en la película y en otras cintas con Kinski. En su autobiografía, "Kinski Uncut", el actor alemán describe a Loanic como una mujer "fea" e "insípida", y justifica su comportamiento violento hacia ella, alegando que ella le había provocado. La relación entre Kinski y Loanic terminó cuando ella decidió no trabajar más con él y abandonó la industria cinematográfica para volver a su país natal, Tailandia. Después de que Kinski falleció en 1991, Loanic habló públicamente sobre su experiencia con el actor, denunciando su comportamiento abusivo y destacando la importancia de hablar abiertamente sobre la violencia contra las mujeres.
