Ioanna y Konstadinos se conocieron en un cálido día de verano en una playa de Grecia. Ioanna estaba disfrutando del sol y el mar, mientras que Konstadinos estaba jugando al voleibol con sus amigos. Ioanna notó que Konstadinos era alto, guapo y muy atlético, así que decidió unirse al juego. Konstadinos notó a Ioanna inmediatamente y se sorprendió de su habilidad en el voleibol. A medida que el juego continuaba, descubrieron que tenían mucho en común y se rieron mucho juntos. Después del juego, Konstadinos invitó a Ioanna a tomar un café en un bar cercano. Pasaron horas charlando y descubrieron que compartían muchas aficiones y pasatiempos. Desde entonces, Ioanna y Konstadinos se han convertido en inseparables, disfrutando del sol, la playa, el voleibol y cada vez más uno del otro.