Anna-Marie-Cseh y Lajos-Kovacs se conocieron en una fiesta de cumpleaños en casa de un amigo en común. Anna-Marie estaba charlando con algunas amigas cuando Lajos se acercó a saludar al cumpleañero. Desde el momento en que sus miradas se encontraron, ambos sintieron una atracción instantánea. Lajos le preguntó a Anna-Marie si le gustaría dar un paseo por el jardín de la casa y ella aceptó encantada. Durante el paseo, descubrieron que compartían intereses comunes en la música, la literatura y el cine. A medida que la noche avanzaba, no podían apartar la mirada el uno del otro y seguían conversando animadamente. Cuando llegó la hora de irse, Lajos le pidió a Anna-Marie su número de teléfono. Ella le escribió un papelito con su número y su nombre completo, incluyendo su segundo nombre, algo que hizo reír a Lajos. "¡Qué casualidad! -dijo él- Mi segundo nombre es Kovacs, como mi apellido". Ambos sonrieron, sabiendo que habían encontrado algo especial el uno en el otro. Después de esa noche, siguieron en contacto y saliendo juntos, explorando la ciudad juntos y disfrutando de su mutua compañía. Hoy en día, Anna-Marie y Lajos son inseparables y siguen explorando juntos nuevas aventuras.
