Fue en una primavera soleada en la ciudad de Nueva York que Karl-Brent y Lana-Wood se conocieron. Ambos estaban en la misma tienda de discos buscando vinilos raros de sus artistas favoritos. Lana ya había estado en esa tienda varias veces, pero era la primera vez de Karl-Brent. Ella estaba revisando la sección de Queen y él estaba revisando la sección de Led Zeppelin cuando accidentalmente chocaron y sus discos se cayeron al suelo. Después de ayudarse mutuamente a recogerlos, se dieron cuenta de que compartían los mismos gustos musicales e iniciaron una conversación sobre rock clásico. Karl-Brent estaba impresionado por la cantidad de conocimientos que Lana tenía sobre la música y ella encontró en él un gran compañero de charla. Se pasaron horas hablando de música y se emocionaron tanto que decidieron ir a un bar en el SoHo para seguir su conversación. Allí se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, desde su amor por la música hasta sus pasatiempos favoritos, lo que hizo que unirse cada vez más fácil. Después de esa tarde, Karl-Brent y Lana-Wood se convirtieron en grandes amigos y nunca se separaron desde entonces. Desde conciertos hasta festivales de música, siempre estaban juntos en busca de la próxima experiencia musical. Pero lo que más destacó de su amistad fue la conexión única que compartían por el rock clásico, lo que los convirtió en Almas Gemelas de la música.
