Jill St. John y Lance Reventlow mantuvieron una relación amorosa durante varios años, hasta la muerte de Reventlow en un accidente de avión en 1972. Reventlow era el hijo de la heredera Barbara Hutton y el magnate del aceite Curtiss Reventlow. Era un destacado piloto y corredor de automóviles, además de un destacado empresario y filántropo. St. John, por su parte, era una actriz de cine y televisión que había comenzado su carrera a principios de los años 50. Ha trabajado en películas como "El Álamo", "Diamonds are Forever" y "The Lost World". También fue una de las primeras mujeres en aparecer desnuda en la revista Playboy. La pareja se conoció en los años 60 y comenzó a salir poco después. Fueron una pareja llamativa y glamurosa, asistiendo a eventos sociales de alto perfil juntos y apareciendo en la portada de varias revistas. Sin embargo, la relación fue tumultuosa. En su libro de memorias, "El secreto del diamante: mi vida en Hollywood", St. John menciona que Reventlow era posesivo y celoso. Además, su estilo de vida hedonista y su participación en carreras y deportes extremos lo mantenían alejado de casa por largos períodos de tiempo. A pesar de los problemas, la pareja siguió junta hasta la muerte de Reventlow en un accidente de avión en Aspen, Colorado, en 1972. St. John, que estaba en el aeropuerto esperando a Reventlow para una cita, quedó devastada por su muerte. Desde entonces, St. John ha estado involucrada en varias causas benéficas y ha seguido trabajando en el cine y la televisión. Hablando de Reventlow años después de su muerte, ella dijo: "Él fue el amor de mi vida. No volveré a experimentar algo así".