Justin y Lauren se conocieron en una tarde soleada de primavera en un café en el centro de Los Ángeles. Ambos estaban allí para tomar un café y trabajar en sus proyectos personales, pero no pudieron evitar notar la presencia del otro. Después de unos momentos de timidez, Justin se acercó a Lauren con una sonrisa tímida y le preguntó si podía unirse a ella en su mesa. Lauren asintió con una sonrisa y rápidamente comenzaron a hablar sobre música, cine y las cosas que más les apasionaban. Descubrieron que tenían mucho en común y se rieron juntos de las cosas más absurdas. Lo que parecía una reunión casual se convirtió en una tarde inolvidable y desde entonces, siguen siendo buenos amigos y colaboradores creativos.