Felicia y Lee se conocieron en una tienda de comestibles local. Mientras Felicia estaba examinando una selección de manzanas, Lee la saludó amablemente y comenzó a hacerle preguntas sobre qué tipo de manzana prefería. Pronto se dieron cuenta de que compartían muchos intereses y comenzaron a charlar cómodamente. Lee se ofreció a ayudar a Felicia a seleccionar más productos y, juntos, recorrieron los pasillos de la tienda para encontrar todo lo que necesitaban. Al final, Lee le dejó su número de teléfono a Felicia, animándola a llamarlo si alguna vez necesitaba ayuda de nuevo. Ella lo hizo, por supuesto, y pronto comenzaron a salir regularmente. Desde entonces, han recorrido un largo camino juntos y siguen siendo inseparables hasta el día de hoy.
