Barbara-Lawrence y Lester-Nelson se conocieron en una cálida tarde de verano en el parque central de la ciudad. Ambos paseaban por allí sin un plan definido, disfrutando del sol y la suave brisa que soplaba en esa tarde. De repente, sus miradas se cruzaron y sintieron una extraña atracción el uno por el otro. Se acercaron y comenzaron una conversación en la que descubrieron que compartían intereses y pasatiempos similares. A partir de ese día, comenzaron a encontrarse regularmente en el parque central y a salir juntos a caminar, tomar un helado o simplemente charlar. La química entre ellos era evidente, y con el tiempo se enamoraron perdidamente y comenzaron una relación que les llevó a construir una vida juntos llena de amor y aventuras.
