Un día soleado de verano en Las Vegas, Penny-Flame y Lexi-Marie se encontraron por casualidad en un casino. Ambas estaban apostando en la misma mesa de blackjack, y de repente se dieron cuenta de que eran vecinas de Los Ángeles. Inmediatamente empezaron a charlar y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Ambas trabajaban en la industria del entretenimiento para adultos, y habían aparecido en varias películas juntas sin saberlo. Tras jugar juntas unas cuantas manos y ganar una pequeña fortuna, decidieron celebrarlo y fueron a tomar una copa. Allí hablaron de sus sueños, de sus experiencias y de sus planes para el futuro. Penny-Flame compartió con Lexi-Marie su afición por la fotografía y le enseñó algunas de sus mejores instantáneas. Lexi-Marie, por su parte, le habló de su interés por el yoga y le dio algunos consejos para mejorar su técnica. Desde aquel día, su amistad se fortaleció y empezaron a trabajar juntas con más frecuencia. Grabaron algunas escenas más y se apoyaban mutuamente en todo lo que necesitaban. Sin duda, aquel día de verano había sido el inicio de una gran amistad.
