Monique Fuentes estaba caminando por las calles de Los Ángeles, buscando un restaurante para cenar, cuando escuchó que alguien tocaba la guitarra en una esquina. Se acercó y se encontró con un joven de piel oscura y cuerpo musculoso que tocaba con gran destreza. Al principio se sintió intimidada, pero Lexington Steele, que así se llamaba el músico, le sonrió y le preguntó si quería unirse a él. Monique aceptó y juntos tocaron canciones hasta altas horas de la noche. Esa misma noche decidieron seguir charlando en un bar cercano y allí se dieron cuenta de que compartían una gran pasión por la música y por la vida en general. Desde ese momento no se separaron más y comenzaron una relación intensa y llena de amor. Juntos recorrieron diferentes lugares del mundo, actuando en todos los escenarios que encontraban y enamorando a todos con su música y su vibrante energía. Monique y Lexington se convirtieron en una pareja inolvidable, que siempre será recordada como una de las más apasionadas y talentosas de todos los tiempos.