Un día, Angela-Potter y Liam-Howlett se encontraron casualmente en una tienda de discos en Londres. Ambos estaban buscando vinilos raros de música electrónica. Comenzaron a charlar y rápidamente descubrieron que tenían muchos intereses en común. Angela se sorprendió al descubrir que Liam era el fundador de The Prodigy, una de sus bandas favoritas de su adolescencia. Liam, por su parte, se impresionó por la pasión de Angela por la música y su conocimiento sobre la escena electrónica underground de Londres. Después de pasar varias horas hablando en la tienda, decidieron ir a un pub cercano para seguir conversando. Allí, intercambiaron información de contacto y se citaron para seguir explorando la vibrante escena musical de la ciudad en futuras ocasiones. Y así comenzó una estrecha amistad que duraría años. Se mantuvieron en contacto y se ayudaron mutuamente a través de altibajos personales y creativos, siempre apoyándose en su amor compartido por la música electrónica.
