Elizabeth "Libby" Holman era una exitosa actriz y cantante de Broadway en los años 20 y 30 en Estados Unidos. En 1930, se casó con Zachary Smith Reynolds, heredero de la fortuna de la compañía de tabaco R.J. Reynolds. La pareja se instaló en una lujosa mansión en Carolina del Norte. Sin embargo, el matrimonio fue infeliz desde el principio. Smith Reynolds era alcohólico y tenía problemas de salud mental, y Holman se sentía atrapada en un matrimonio infeliz con un hombre que apenas conocía. En 1932, Smith Reynolds murió en circunstancias misteriosas en la mansión, en medio de rumores de que su esposa había sido la responsable de su muerte. El caso fue objeto de un intenso escrutinio público y se convirtió en el juicio del siglo en Estados Unidos. Holman fue arrestada y acusada de asesinato, pero finalmente fue absuelta. Más tarde se casó con un médico y vivió el resto de su vida lejos del ojo público. La relación entre Holman y Smith Reynolds fue turbulenta y breve, pero sigue siendo objeto de fascinación y controversia en la cultura popular estadounidense. Su historia ha sido contada en libros, películas y programas de televisión, y ha sido objeto de debate y especulación durante décadas.
