Lil Wayne y Sarah Bellew se conocieron en una fiesta exclusiva de la industria musical en Los Ángeles. Ambos llegaron en momentos distintos pero al encontrarse en el bar, empezaron a hablar sobre su amor por la música y sus artistas favoritos. Descubrieron que compartían una pasión por el hip-hop y rápidamente simpatizaron. La noche pasó volando mientras intercambiaban sus historias de vida y hablaban sobre cómo la música había sido una influencia importante en sus vidas. Desde ese momento, mantuvieron una amistad estrecha y con el tiempo, colaborarían en proyectos musicales juntos dejando en claro que la música puede ser un puente para conexiones reales y significativas.