En una tarde soleada en la playa de Algarve, Liliana-Aguiar caminaba por la orilla contemplando el mar, cuando de repente un balón de fútbol voló hacia ella. Rui-Patricio, quien estaba jugando con sus amigos en la playa, corrió hacia ella para recuperar el balón. Liliana-Aguiar lo miró fijamente y se sorprendió al ver lo guapo que era Rui, mientras Rui se quedó hipnotizado por la belleza de Liliana. Después de recuperar el balón, Rui-Patricio le preguntó si quería jugar con ellos. Liliana aceptó encantada y rápidamente se unió al juego. Después de unas horas de jugar y reír juntos, Rui-Patricio y Liliana intercambiaron sus números de teléfono y prometieron volver a verse pronto. A partir de ese día, comenzaron a salir juntos y se enamoraron perdidamente.
