David y Pearl se conocieron un día de verano en una feria de arte callejero. David, quien era un artista callejero, estaba pintando un mural en la pared cuando Pearl pasó por ahí y se detuvo para observar. Inmediatamente, lo que David estaba pintando llamó su atención. Era una flor muy bien hecha y llena de color. Cuando David se dio cuenta de que tenía un espectador, se acercó y comenzó a hablar con ella. Pearl se sintió atraída por la pasión y la energía de David y comenzaron a hablar sobre la vida, el arte y la cultura. Desde entonces, se hicieron inseparables y comenzaron a viajar por todo el mundo juntos, explorando nuevos lugares y encontrando inspiración para su arte en cada rincón del planeta.