Era una tarde de verano en Los Ángeles. Evan Ross había salido a pasear por la playa cuando vio a Lindsay Lohan sentada en la arena, mirando al horizonte. Evan se acercó a ella tímidamente y le preguntó si estaba bien. Lindsay le respondió que solo necesitaba un poco de tiempo para reflexionar sobre su vida. Evan se sentó a su lado y comenzaron a hablar. Descubrieron que compartían la pasión por la música y el cine, y comenzaron a intercambiar historias sobre su carrera artística. La química entre ellos era evidente, y la tarde se hizo muy corta. Después de un rato, Lindsay se levantó y le preguntó a Evan si quería acompañarla a tomar un café. Él aceptó encantado, y así comenzó su historia de amor. Desde entonces, Evan y Lindsay se han vuelto inseparables y han construido una relación llena de aventuras, risas y amor.
