Lindsay Lohan y Ryan Adams se conocieron en un estudio de grabación en Los Ángeles. Ambos estaban trabajando en proyectos separados pero se encontraron compartiendo espacio en el estudio. Al principio, sólo intercambiaron saludos y mantuvieron las cosas muy informales. Un día, mientras Lindsay estaba cantando una canción original en la sala de control, Ryan estaba escuchando en los monitores. Quedó impresionado con su voz y empezó a hacerle preguntas sobre su música. A partir de ahí, comenzaron a hablar más y más y a descubrir que compartían muchas similitudes creativas y personales. Decidieron que sería increíble trabajar juntos en el futuro. Continuaron cruzándose en el estudio y pasando tiempo juntos, haciendo música y tomando té verde. Eventualmente, grabaron una canción juntos, que fue un éxito inmediato. Desde entonces, Lindsay y Ryan se han convertido en buenos amigos y colaboradores musicales cercanos.
