Un día soleado, Lisa Bloom estaba paseando por el parque cuando de repente chocó con alguien. Era Jim Wong-Teacher, quien estaba corriendo y no lo vio venir. Lisa se disculpó y Jim le preguntó si estaba bien. Empezaron a conversar y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común, como su amor por la literatura y su pasión por la educación. Intercambiaron números de teléfono y desde ese día no dejaron de hablar y compartir sus ideas. Lisa y Jim empezaron a trabajar juntos en proyectos educativos y literarios, y finalmente se hicieron buenos amigos. Desde su encuentro fortuito en el parque, Lisa y Jim han trabajado incansablemente por mejorar la educación y la cultura en su comunidad.
