Un día soleado en Venecia, Rocco Siffredi y Lisa Lipps coincidieron en un pequeño café en la plaza principal. Rocco estaba tomando un expreso mientras leía el periódico local, mientras que Lisa esperaba pacientemente su té de jazmín. Sus ojos se encontraron y quedaron atrapados por un momento. Rocco no podía dejar de mirar las enormes tetas de Lisa, mientras que ella no podía dejar de asombrarse con la gran masculinidad y la sonrisa seductora de Rocco. Sin decir una palabra, se acercaron y se sentaron uno al lado del otro en el bar. De repente, un pequeño perro chihuahua corrió alrededor del bar, saltando y ladrando. Lisa se asustó, pero Rocco enseguida lo tranquilizó y lo acarició. Sus manos se tocaron, se miraron de nuevo a los ojos y esa fue la chispa que encendió la llama del amor. Desde ese momento, Rocco y Lisa estuvieron inseparables, recorriendo los canales de Venecia en una góndola, visitando los museos, compartiendo el sabor de la gastronomía italiana, hablando de sus sueños e ideas. Finalmente, se dieron cuenta de que habían encontrado el uno al otro, que habían encontrado el amor verdadero, y que debían permanecer juntos, sin importar las dificultades o el pasado que pudieran tener. Y así, Rocco Siffredi y Lisa Lipps se convirtieron en una pareja de leyenda en el mundo del cine para adultos y, sobre todo, en una pareja que había encontrado la felicidad en el momento más inesperado.
