Un día soleado en la ciudad de Swansea, Liz-McClarnon tomó un descanso en un café después de acabar su presentación en el teatro local. Mientras disfrutaba de su café, vio a un joven futbolista en una mesa cercana hablando con sus amigos. Liz no pudo evitar escuchar su conversación y se dio cuenta de que él parecía una persona muy divertida y espontánea. Fue entonces cuando Lee-Trundle se percató de ella mirándolo y se acercó para conversar. Sin embargo, Liz estaba un poco nerviosa por conocer a alguien nuevo, pero Lee no se rindió y prometió hacerla reír y pasar un buen rato juntos. Desde entonces, Liz y Lee compartieron muchos momentos divertidos juntos. Lee incluso la invitó al estadio para ver uno de sus partidos de fútbol. A pesar de las diferencias obvias en sus carreras, encontraron en su humor y personalidad una conexión que los unió de forma inesperada. Es así como comenzó una bonita amistad que nunca se olvidará.
