Lord Byron y Nicolo Giraud mantuvieron una relación de amistad y mentoría durante varios años. Nicolo Giraud era un joven italiano huérfano que fue acogido por Byron en su casa en Ginebra. Byron se encariñó rápidamente con Nicolo y lo apoyó económicamente, lo educó y le enseñó inglés. Byron vio en Nicolo un gran potencial artístico y literario, y lo alentó a que escribiera sus propios poemas y a que los publicara en revistas literarias. Incluso escribió una introducción para la publicación de uno de sus poemas. Desafortunadamente, la relación de amistad entre Byron y Nicolo se vio afectada por la muerte del hijo de Byron, lo que llevó a Byron a sumirse en una profunda depresión y a retirarse de la sociedad. Nicolo, por su parte, continuó escribiendo poemas y tratando de mejorar su carrera literaria. A pesar de los altibajos en su relación, Byron y Nicolo siguieron siendo amigos hasta el final de los días del poeta, y se mantuvieron en contacto hasta la muerte de Byron en 1824.
