Harry-Barris y Loyce-Whiteman se conocieron en una pequeña cafetería en el centro de la ciudad. Fue un día soleado de verano cuando ambos habían decidido tomar un descanso del trabajo y disfrutar del aire libre. Se sentaron en mesas separadas, pero sus miradas se encontraron varias veces mientras disfrutaban de sus bebidas frías y conversaban con sus amigos. Después de un tiempo, Harry-Barris se levantó para irse, pero notó que había dejado su cartera en la mesa. Loyce-Whiteman vio la situación y decidió ayudarlo entregándole la cartera. Harry-Barris agradecido por el gesto amable, se presentó a Loyce-Whiteman y comenzaron a platicar. Descubrieron que ambos adoraban la música y la cocina, por lo que intercambiaron consejos y recomendaciones. Después de esa casualidad, Harry-Barris y Loyce-Whiteman se encontraron con más frecuencia en la misma cafetería. Cada vez se hacían más confidencias y se sentían más cercanos el uno al otro. Finalmente, llegó el día en que Harry-Barris le invitó a Loyce-Whiteman a una cena en un restaurante cercano. Fue una velada maravillosa llena de risas y buena comida, y después de la cena, Loyce-Whiteman y Harry-Barris caminaron juntos hacia sus casas, sabiendo que habían encontrado algo especial en el otro. Así fue como Harry-Barris y Loyce-Whiteman se conocieron y comenzaron su historia juntos.
