Douglas, Villas y Bartender se conocieron en un bar de Copacabana donde Luana Piovani solía ser una de las clientas habituales. Un día, mientras Douglas estaba preparando la bebida favorita de Luana, ella se acercó a preguntarle sobre el trago y quedó impresionada por su profesionalismo y creatividad en la preparación de la bebida. Villas y Bartender, quienes estaban en el bar por casualidad esa noche, observaron el intercambio entre Douglas y Luana y se interesaron por conocer al talentoso bartender. Después de la conversación, Luana compartió su número con Douglas y le pidió que le enseñara a preparar bebidas en su casa. De ahí en adelante, los cuatro empezaron a frecuentarse regularmente, disfrutando de tardes y noches llenas de risas y nuevas recetas de tragos. La amistad entre ellos creció y se convirtieron en inseparables, compartiendo sus experiencias en el bar y en la vida cotidiana.