Un día de verano, Luana Piovani estaba tomando un café en una terraza cerca de la playa, disfrutando del hermoso paisaje y la brisa del mar. De repente, algo llamó su atención: un hombre que se acercaba corriendo por la playa, sin camisa y con una sonrisa en su rostro. Era Marcelo Maltez, un atractivo surfista que estaba tomando un descanso después de una sesión en las olas. Al ver a Luana, se detuvo frente a ella, presentándose y preguntando si podía compartir su mesa. Después de una charla animada y divertida, la química entre ellos era evidente y decidieron continuar su día juntos. Así comenzó una bonita historia de amor entre Luana Piovani y Marcelo Maltez, una pareja que se unió gracias al destino y la pasión por el mar.