Un día soleado en Madrid, Chrissie estaba caminando por el parque Retiro mientras escuchaba su música favorita en su iPod. De repente, Lucho, quien también estaba disfrutando del día al aire libre, vio a Chrissie y se sintió cautivado por su belleza y su energía vibrante. Lucho se acercó tímidamente a Chrissie y le preguntó qué música estaba escuchando. Ella le respondió con una sonrisa en su rostro y comenzaron a hablar sobre sus artistas favoritos. Para su sorpresa, descubrieron que tenían muchos intereses en común. Lucho aprovechó la oportunidad para invitar a Chrissie a tomar algo juntos. A pesar de que ella estaba un poco reacia al principio, Lucho logró convencerla y terminaron tomando un café y charlando durante horas. Desde ese día, Chrissie y Lucho se volvieron inseparables. Continuaron compartiendo su amor por la música y exploraron juntos la rica cultura española. Su amistad creció y se convirtió en una gran historia de amistad, inspiración y aventuras.