Luis y Susana se conocieron por casualidad en un restaurante de la ciudad. Luis estaba esperando a unos amigos cuando vio a Susana sentada sola en una mesa cerca de él. Intuyó que estaba esperando a alguien y decidió preguntarle si necesitaba algo. Susana, quien estaba un poco nerviosa por la espera, agradeció el gesto y aceptó su oferta de compañía mientras llegaba su cita. Durante la conversación, descubrieron que compartían varios intereses en común, especialmente la pasión por la actuación y el cine. Luis habló entusiasmado sobre su trabajo como guionista y director, y Susana le comentó sobre algunos de sus proyectos más conocidos en la televisión y el teatro. La química era evidente entre ellos y la hora de espera pasó rápidamente. Cuando llegó el acompañante de Susana, ambos se despidieron con cierta tristeza pero prometiendo mantenerse en contacto. Al día siguiente, Luis le envió un mensaje a Susana para volver a encontrarse y conocerse mejor. Desde entonces, han compartido muchos momentos juntos y se consideran grandes amigos y cómplices.
